2.11.2014

Hola a todos,

Como muchos sabéis, la web y el blog de +Politología se crearon en enero de 2013 con el fin de ofrecer recursos útiles en Ciencia Política y Sociología. Para ello, hicimos un trabajo previo de más de 4 meses de organización y maquetación, y la web se subió como un blog de la plataforma Blogger.

Con el paso del tiempo, la comunidad ha crecido y hemos puesto en marcha proyectos como la búsqueda de empleo para politólogos y sociólogos, las secciones de Directorio de Blogs +Papers, de las que nos sentimos orgullosos. Pero Blogger tiene serias limitaciones y nuestro objetivo es seguir creciendo para llegar a más gente.

Queremos seguir ofreciendo contenidos de calidad y aportar más visibilidad a los científicos sociales. Desde el principio rechazamos la idea de monetizar la web, porque la desvirtuaría, ya que nuestro objetivo no es ganar dinero, sino contribuir a la Ciencia Política y la Sociología. Quienes habéis seguido el proyecto lo sabéis. 

Sin embargo, si queremos crecer y migrar el blog a plataformas como Wordpress, son necesarios más recursos, y hemos pensado que la medida más adecuada es la inserción de banners, cuyo coste sirva para pagar el mantenimiento de la web.

Se prevé que la nueva web esté disponible el 17 de marzo, y habrá 2 modelos de banners. La web contendrá un máximo de 4 banners, dos de cada modelo, y las medidas disponibles serán:


Aquellos interesados en conocer más detalles sobre este patrocinio, están invitados a escribirnos a info@maspolitologia.com. 

Seguimos trabajando para más y mejor Politología.




12.16.2013

Mass media de titularidad pública y debate actual

por Rubén Tamboleo (@tamboleo)

Un modelo de televisión de titularidad pública deberá basarse en dos premisas básicas:

1. Constituirse en una herramienta adecuada para servir de mecanismo de comunicación entre los representantes y los representados del sistema político de su sociedad respectiva, ayudando a entender a los electores las decisiones tomadas por los electos (por el pueblo o una cámara), para que éstos puedan apoyarlas o censurarlas colaborando así a construir sus decisiones para posteriores procesos políticos (si en algún caso participa en otro tipo de proceso político aparte del electoral) en los que opte por tomar parte. Como media unidireccional tendrá primero que seleccionar los contenidos más adecuados, que realmente sean objeto de noticia, y una vez hecho esto, fomentar la imparcialidad y facilitar la comprensión de sus mensajes por parte de todo tipo de públicos, especialmente de aquellos que no tienen acceso a otros soportes de noticias. 

2. Contar con un presupuesto de ingresos adecuado a la sociedad para la que trabaja, y moderar el gasto para no generar una deuda que sea posteriormente la soga de la propia organización. Si ha optado por prescindir de ingresos por publicidad, esto deberá ser un punto de especial atención. 

Casi huelga a mencionar otras funciones como la transmisión de la cultura que por su bajo interés las televisiones comerciales no harán. 

El ejemplo paradigmático de modelo de televisión pública racional, proporcionado y periodístico en el más amplio y bienintencionado sentido del adjetivo es la British Broadcasting Corporation; cualquiera puede llegar al Reino Unido y probar a sintonizar el canal 81 en la mayoría de los televisores, con lo que se encontrará viendo el canal Parlamentario que emite en directo y diferido sobre las dos cámaras del Parlamento, las 3 regionales y el Supranacional que compartimos. Mientras que en España podemos solazarnos con Teledeporte, y hemos podido gozar del nacimiento de una tendencia de televisión como han sido las relaciones de bragueta de gente más o menos desconocida, que tuvo su alborada en la “Tómbola” nacida en Canal Nueve para después reproducirse en Telemadrid dados sus éxitos de audiencia. 

A modo de conclusión, y tras el debate opinativo suscitado las pasadas semanas por la decisión del Presidente de la Generalidad valenciana de cerrar Canal Nueve, hemos constatado como el citado canal ni servía como herramienta para la rendición de cuentas en su ámbito político de la respectiva comunidad autónoma (su mayor función era la propagandística con inverosímiles noticiarios y una programación al servicio del partido político de turno en el poder, como confirmaron los propios trabajadores solo una vez que el apagón era inminente e inevitable), y tenía, como se puede comprobar en las cifras, un gasto desproporcionado en cualquier etapa, y a más a más, inapropiado para nuestros tiempos de gestión de la escasez. Por ello, cualquier canal de titularidad pública que no sirva ni como herramienta de rendición de cuentas ni tenga un gasto proporcionado de recursos, y especialmente si se ha enconado en una serie de problemáticas organizativas de difícil solución, lo mejor que se podrá hacer con él, es ofrecer una última emisión a modo de resumen para nostálgicos y cerrar, como se hizo en la República Helénica hace escasos meses.


Liquidada por agotamiento

por Raúl Soriano Girón (@rulosoriano). 
Co-editor del blog “Condición sine qua non”. http://condicionsinequanon2014.wordpress.com/

El caso de RTVV ha sido la crónica de una muerte anunciada. El seguimiento del manual, punto por punto, de la utilización de un medio de información público por y para un partido político. Durante 18 años de mandato popular en la Comunidad Valenciana hemos acudido a una relación inversamente proporcional entre las variables audiencia y deuda. Mientras la deuda se disparaba, gracias a las contrataciones a dedo y la adjudicación arbitraria de jugosos contratos para empresas afines, Gürtel entre otros, la audiencia iba cayendo sin freno debido a la manipulación informativa y al ostracismo en que habían quedado amplios sectores de la sociedad civil y política. 

Con una deuda de 1200 millones de euros y una plantilla de 1600 trabajadores, tras la anulación del ERE por parte del TSJCV, el Consell decidió que tenía que liquidar el ente. Tras muchas protestas y una sociedad valenciana unida contra el cierre, finalmente el día 27 se produjo el fundido a negro de RTVV. 

Son básicamente económicos y de priorización del gasto público para sectores fundamentales (sanidad y educación) los aducidos por el President Fabra para justificar la decisión, lo cual no deja de ser curioso si hacemos memoria de a qué se han dedicado grandes cantidades en los últimos tiempos en la Comunidad Valenciana (Fórmula 1, America’s Cup, Ciudad de las Artes, etc.) 

Sin duda el modelo de televisión de partido ya no resultaba rentable electoralmente al PP, dado que la media de audiencia estaba en el 3%. Pero desde que se anunciase el cierre inminente y, con la toma de la línea informativa por parte de los trabajadores, se recuperaron niveles de audiencia superiores al 10%. La RTVV había pasado del patrimonialismo político a su papel de servicio público que jamás debería haber perdido. Los dirigentes de turno deberían comprender que los ciudadanos queremos una televisión pública de calidad, fiable y que haga de nuestra sociedad un lugar más crítico y mejor informado. 

En este caso, además, RTVV supone un canal de promoción indispensable de la cultura y lengua propias del territorio valenciano, siendo este el único medio de difusión de las mismas en todo el Estado. 

En conclusión, otro modelo de gestión de las radios y televisiones públicas, como ya vimos en la anterior etapa de RTVE, en la que se le galardonó con el premio a mejor informativo del mundo durante dos años consecutivos, es posible. Lejos del control de los partidos políticos que en demasiadas ocasiones conciben un servicio público como este con un instrumento propagandístico a cargo del erario público. 




El cierre de RTVV: un ataque al autogobierno del pueblo valenciano desde dentro


por José Luis Sola Marín (@jl_solam)

Partimos del hecho de que los medios de comunicación son claves para la democracia y el ejercicio de los derechos fundamentales, sin éstos la libertad de expresión y el derecho a recibir información son inexistentes.

En segundo lugar, es necesario una televisión pública puesto que es la única que garantiza programación de servicio público, las empresas del sector audiovisual privadas no ofrecen este tipo de programación porque no genera beneficio. ¿Es necesaria una televisión autonómica? Sí, nuestro país dispone de regiones con una riqueza cultural y lingüística que las diferencia unas de otras, para el pueblo valenciano Canal9 supuso la visualización del autogobierno y un medio para articular y vertebrar el territorio, además de ser el instrumento que ha permitido la protección y difusión del valenciano como lengua cooficial, objetivos que las cadenas privadas no pueden cumplir.

Se han aducido motivos económicos para proceder al cierre de Canal9 pero lo que caracteriza un servicio público es la rentabilidad social, siendo necesario valorar y decidir qué forma parte del servicio público, no forma parte de éste la compra de derechos de fútbol, ni la emisión de programación de bajo perfil como Tómbola (en castellano), ni el ser una oficina de empleo donde contratar a personal sin pruebas que garantizaran los principios constitucionales de mérito y capacidad. 

Otro de las premisas que debe cumplir un servicio público es la de imparcialidad, que se consigue no admitiendo ninguna injerencia por parte de los poderes políticos, una televisión pública deber ser ideológicamente neutral y dar cabida a todos los sectores de la sociedad, por tanto, no debe permitirse bajo ningún concepto la manipulación ni las coacciones a trabajadores que denuncien los excesos cometidos. 

Desde el punto de vista social, el cierre de Canal9 ha herido la identidad del pueblo valenciano, que ha supuesto un ataque a los derechos lingüísticos y constitucionales de los valencianos. Desde el punto de vista político el cierre se ha gestionado catastróficamente, de forma unilateral, sin consenso, comunicándose primero a otros medios, con reuniones secretas, procedimientos sumarísimos, falta de transparencia, con intención de cortar la emisión sin que nadie se enterara, sin que los trabajadores pudieran despedirse de la audiencia y todo como reacción a la anulación por parte del TSJCV del ERE llevado a cabo por el Consell.

Políticamente nadie ha asumido responsabilidades derivándose ésta a sindicatos (representantes de los trabajadores) y a partidos políticos de la oposición cuando el Consell es el máximo responsable de la Administración Autonómica, de la que canal9 era parte, y quien ponía y quitaba directores, silenciando a la oposición y premiando con ascensos a quienes hacían de censores. Judicialmente, quedan muchos flecos abiertos como determinar las responsabilidades patrimoniales, y si se ha seguido la legalidad en el procedimiento, tanto en la forma como en el fondo o qué sucederá si el cierre es recurrido y anulado. El final de RTVV todavía no está escrito.


¿Por qué los medios de comunicación públicos son importantes para la democracia?

por Jorge Juan Morante (@jjmorante)

Los medios de comunicación tienen un papel muy importante en la democracia que es el de ejercer como un actor político importante que tiene que ayudar a crear una masa crítica en la ciudadanía para el establecimiento de una democracia deliberativa que complemente a la representativa, ofreciendo una realidad social del entorno que ayude en la participación y deliberación de los ciudadanos pero también ayudando a los gobiernos a tomar la mejor decisión a partir de una visión real de la situación.

Sin embargo, los medios de comunicación privados por su dependencia mercantilista hacen uso de las espectacularidades y escándalos gratuitos para atraer a su audiencia y satisfacer los intereses de sus anunciantes, alterando la realidad de la sociedad actual.

Por ello es fundamental la existencia de medios de comunicación públicos para ejercer ese papel, ya que, al depender más de la financiación pública, no están sujetos al mercado pero deben ser dotados de una serie de garantías que les permitan actuar con independencia de los gobiernos de turno, como una mayor participación de los trabajadores del medio en la dirección y que el Presidente del medio sea elegido por consenso entre profesionales del medio.


La importancia de los medios de comunicación en las democracias modernas

por Rodrigo del Olmo (@rodrigodof)

Resulta complicado resumir en la brevedad de quinientas palabras la dinámica, multiforme y plurívoca relación entre los medios de comunicación y las democracias modernas. Siguiendo a Goede podemos definir a los medios como “los canales de comunicación a través de los cuales noticias, entretenimiento, educación, datos o mensajes publicitarios son diseminados entre el público”. Las principales funciones de los medios son: informar a los ciudadanos, criticar situaciones y acontecimientos en la sociedad, expresar opiniones y permitir a otros expresar las suyas en diferentes materias, entretener, educar a los ciudadanos y hacer negocio con la explotación comercial del propio medio. Pudiendo ser conflictivas entre sí las diferentes funciones enumeradas (Goede, 2010, p. 115)

Muchos son los autores que consideran que los medios juegan un papel fundamental tanto como vigilantes de la esfera pública definida por Habermas como dentro del mecanismo de pesos y contrapesos del sistema político. En 1975 Kevin Philips introdujo el concepto de mediacracia para describir el hecho de que en una sociedad democrática aquellos que controlan a los medios controlan indirectamente a la sociedad erigiéndose como un actor, más o menos colectivo en función de la pluralidad del panorama mediático a considerar, de trascendental importancia en el gobierno del Estado ya que los políticos suelen prestar atención a determinados asuntos y establecer sus agendas y prioridades más en función de la cobertura mediática que del sentido común, la ideología o la racionalidad. Así, si los medios están en manos de corporaciones o son financiados por ellas, las corporaciones poseen un formidable mecanismo de influencia en el sistema.

Si nos centramos en el caso español, González y Olmeda sitúan al modelo de relaciones entre medios y política en España dentro del denominadopluralismo polarizado o mediterráneo cuyas características son:

- Escaso desarrollo histórico del mercado periodístico reforzado por la ausencia de libertad de prensa durante la dictadura lo que tiene como consecuencia una prensa dirigida fundamentalmente por las élites.

- Altos niveles de paralelismo político siendo éste entendido como la relación establecida entre periodistas y clase política convirtiendo en muchos casos a los medios como el referente ideológico del partido afín, sin pluralismo interno y completamente predecibles en su cobertura y línea editorial.

- Escasa profesionalidad y autonomía de los periodistas debido a la debilidad de las normas deontológicas profesionales y a la parcialidad y carencia de poder real de las asociaciones profesionales.

- Intervención del Estado mediante la AGE y las CCAA en los medios tanto de forma directa en el caso de propiedad de cadenas públicas y la Agencia EFE proveedora de información a otros medios, como de forma indirecta mediante el reparto del espectro radiofónico y la concesión de licencias audiovisuales. 

Como consecuencia práctica de este modelo apreciamos el predominio de la cobertura negativa, es decir, una escasa proporción de notas favorables a alguno de los actores en relación a las desfavorables, tendiendo los medios a ser críticos solo con los antagonistas viéndose, al tiempo, diluida su función de control al darse por descontados los ataques al adversario en lugar de la argumentación y debate lo que contribuye a definir el escenario de polarización mediática del caso español. (González & Olmeda, 2012)

Bibliografía

Goede, M., 2010. Media, Democracy and Governance. In: J. i. ’. V. Roeland, ed. Knowledge Democracy. Heidelberg: Springer, pp. 112-124.

González, J. J. & Olmeda, J. A., 2012. El sistema mediático en tiempos de Rodríguez Zapatero: un bucle melancólico. In: C. Colino & R. Cotarelo, eds.España en Crisis. Balance de la segunda legislatura de Rodríguez Zapatero. Valencia: TIRANT HUMANIDADES, pp. 311-330.

Roeland, J. i. ’. V., 2010. Knowledge Democracy. Heidelberg: Springer.



Medios políticos y política mediática

por Santiago Fernández

Decía el profesor Pablo Iglesias hace poco más de un año que “la gente cree que se limita en los partidos o en los colectivos políticos, y no es verdad: la gente milita en los medios de comunicación” [1]. Planteaba así que, en los últimos tiempos, parece haberse dado una redirección en la construcción de los discursos políticos que ha dado como resultado el paso de la militancia en organizaciones políticas a la militancia mediática. A estas alturas, a nadie se le escapa que los meetings y conferencias políticas ya no consiguen atraer la audiencia que hoy puede conseguir un programa de radio o televisión. Como consecuencia, el discurso político elaborado desde éste se proyecta hacia una audiencia potencial frente a la que poco pueden hacer los asesores políticos. Pero existen otros motivos por los que el apego político a los medios de comunicación es mucho mayor que a las organizaciones políticas. 

En primer lugar, los medios de comunicación son empresas con una estructura, un funcionamiento y unos intereses idénticos a los de cualquier otra empresa dedicada a la producción y venta de bienes de consumo. Como tal, necesita obtener unos beneficios con los que poder seguir adelante. Pero al manejar un bien público tan importante como es la información la cosa se complica, pues es difícil ver con nitidez la línea que separa la libertad de prensa de la libertad de empresa. Se ha de dar información veraz y contrastada, pero el contenido debe ir dentro de una forma que continúe permitiendo sostener una audiencia determinada. Un hecho se puede relatar de diferentes maneras, porque lo que se quiere es que su audiencia siga siendo fiel, ¿no recuerda esto un poco a la fidelidad electoral? Además, tanto los partidos políticos como las grandes empresas de comunicación mantienen importantes líneas de financiación y crédito con grandes corporaciones bancarias. Producir unos bienes de consumo que sean contraproducentes a los intereses de los acreedores tampoco es, como se sabe, beneficioso para una empresa. Por tanto, nos hallamos ante una pregunta que, trescientos años después de la edición de los primeros diarios en Londres, sigue sin respuesta ¿es más democrática la información si se encuentra mercantilizada? 

En segundo lugar, desde los años 30 –cuando la significación política, como ha dejado claro Santos Juliá [2], era algo explícito en toda la intelectualidad política española–, el apoliticismo ha sido un recurso muy extendido entre la ciudadanía española como forma de desentenderse de las luchas políticas tradicionales (lucha de clases, identitarias, de género, etc.). Durante el franquismo, hacer la política contra los principios del régimen no sólo estaba explícitamente prohibida por la ley de fueros, sino que la propia política oficial del régimen fue disfrazada de apoliticismo empezando por el propio jefe de Estado –“haga usted como yo y no se meta en política”–. La cultura de la transición dibujó una idea de la democracia como un fin en lugar de cómo un medio, algo parecido a un artefacto político que funcionaría bien per sé y del que no habría de preocuparse mucho por su mantenimiento una vez estuviese puesto en pié. Esto permitió que el proceso de apoliticismo continuase tras la pausa de los años setenta, identificándose lo político con los políticos –los cuales, y esto es importante, han ido bajando sin cesar en el ranking de instituciones con mayor apoyo elaborado por el CIS–. De este modo y salvo una breve excepción durante los años setenta, la política ha estado prohibida durante cuarenta años y desaconsejada durante otros cuarenta. El resultado es que quienes se han dedicado a la actividad política han sabido perfectamente aplicar la máxima de Zlavoj Zizek (aquella que dice que no hay mejor operación política que hacer que algo parezca a político). En este contexto, los grandes medios de comunicación han ido tomando posiciones desde la que elaborar unos discursos políticos vestidos de apoliticismo y “sentido común”, un traje por el que no pocos ciudadanos comunes se han sentido atraídos al sentirse identificados en su “política apolítica”. El resultado es que uno cree ser apolítico por consumir determinados productos mediáticos que no son menos políticos por el mero hecho de no reconocerse como tales. 

Mercantilización de la información y política del apoliticismo son solamente dos de las muchas razones que ayudan a entender el fenómeno de la militancia mediática en nuestro país. Sin embargo, son los profesionales del periodismo, la información y la comunicación quienes en mejor situación se encuentran para poder entender este fenómeno y explicarlo también a la ciudadanía para así, entre todos, formar un pensamiento crítico que nos indique más o menos y en medio de tanta perplejidad, dónde nos encontramos y poder tomar referencias. Porque al igual que economistas y politólogos tienen la obligación de intentar explicar qué está pasando en estos tiempos de crisis perpetua, también lo están los periodistas. 

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[1] http://www.youtube.com/watch?v=ddxvO6kVMwQ

[2] Santos Juliá, Historias de las dos Españas, Taurus, Madrid, 2005



12.02.2013

En los últimos años se está produciendo en España una metamorfosis del espectro mediático público.

Tras las medidas de recorte y los despidos masivos en medios de comunicación públicos, se ha producido el cierre de radiotelevisiones públicas, como RTV de Mallorca o la más famosa RTV Valenciana.
televisiones publicas y EREs RTVV


El politólogo José Luis Sola nos sugirió que abriésemos un Call for articles sobre este asunto, en el que aportar una visión más científica, más allá del debate mayoritario y opinativo. Desde +Politología queremos agradecer su interesante sugerencia, y aquí abrimos el plazo para presentar vuestros artículos.

Bases
Los artículos no podrán exceder de 500 palabras (bibliografía no incluida, si se considera oportuno). El plazo de envío de artículos comienza el 03 de diciembre y finaliza el día 10 de diciembre a las 23:59h.

Período de entrega ampliado hasta el 13 de diciembre a las 23:59h (hora española).

Todos los artículos recibidos se publicarán el día 12 de diciembre. Pueden ser artículos inéditos o ya publicados en otros medios, siempre que cumplan con los requisitos de extensión.

Quedarán excluídos aquellos artículos difamatorios, que contengan expresiones inapropiadas e insultos, así como los meramente publicitarios. 

Esperamos vuestros artículos en info@maspolitologia.com y aprovechamos para desearos un feliz puente de la Constitución a todos. 

10.22.2013

Desde el Departamento de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad de Granada (UGR), nos han hecho llegar la publicación del libro "Medios y elecciones en España: la cobertura televisiva de la campaña de 2008"

Publicada por la Editorial Universidad de Granada, esta obra recoge en 7 capítulos los aspectos más importantes de la comunicación en las elecciones generales de 2008 en España, de la mano de profesores y expertos en Ciencias Políticas de la UGR.

Medios y elecciones en españa


El índice es el siguiente:

1. Las campañas televisadas en España: una introducción. Óscar G. Luengo

2. La encuesta preelectoral del CIS. Manuel Trenzado

3. La lucha por la agenda de campaña: la crisis que nunca existió. Luis Arboledas

4. Los vídeos electorales. Encarnación Hidalgo Tenorio

5. Los debates electorales en televisión. Javier G. Marín

6. El terrorismo en campaña. Óscar G. Luengo

7. Los resultados de las elecciones. Giselle G. Hípola



¡Esperamos vuestras reseñas en +Politología!

10.01.2013

Tras el XI Congreso de la AECPA, compartimos los papers que nos enviaron sus participantes, a quienes agradecemos la colaboración:

Santiago Fernández Fernández-Caballero (Universidad Complutense de Madrid). Es Licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración y Máster en Ciencia Política (Universidad Complutense de Madrid).
Cataluña: de etnia a nación. Un estudio etnosimbólico sobre los orígenes del nacionalismo catalán (1859-1922)

Abstract: El etnosimbolismo es una aproximación cultural sobre el fenómeno de la nación y el nacionalismo que pretende rellenar ciertas grietas observadas dentro del paradigma modernista, si bien no cuestiona tanto su dimensión teórica como sus limitaciones empíricas. El marco teórico que engloba este análisis es el enfoque etnosimbólico de Anthony D. Smith, quien plantea que tanto el legado cultural de las comunidades étnicas premodernas como el uso de éste por parte de ciertos sectores sociales contemporáneos es fundamental para entender la nación como producto de una identidad cultural colectiva y el nacionalismo como movimiento, doctrina cultural y lenguaje, así como para comprender la fuerza o debilidad con la que su propuesta identitaria arraiga en la mayoría geográfica y social de una comunidad.

Este estudio histórico se inicia con un repaso a la formación de Cataluña como entidad política y la dimensión étnica de la identidad catalana durante la Edad Moderna, con el fin de observar si se cumplen los requisitos necesarios a la hora de definir a una comunidad étnica como tal: nombre colectivo, mitos de origen común, recuerdos compartidos, elementos culturales distintivos, asociación a una tierra específica y sentido de solidaidad interclasista. Seguidamente, se analiza la incidencia identitaria que tuvieron las transformaciones económicas, sociales y políticas de la Cataluña de los siglos XVIII y XIX, para así poder explicar el paso de una identidad étnica precontemporánea a una identidad nacional contemporánea (1859-1922); una transformación fruto de un activismo cultural y político que nacionalizó la "etnohistoria" catalana haciendo uso de la lengua vernácula como depósito cultural (mitos, símbolos, héroes, valores, edades doradas, lugares sagrados).

9.20.2013

Te presentamos el Storify del XI Congreso de la AECPA, con todos los tweets publicados hasta el día de hoy.

Como sabéis, las redes sociales son muy importantes para la transmisión del conocimiento, y para compartir ponencias. Es por ello que hemos recogido todos los tweets que utilizaban el hashtag #AECPA11, para que puedas leerlos de una forma cómoda y sencilla.

Esperamos vuestros artículos sobre el Congreso, y los papers de las ponencias de aquellos que hayáis participado. Consulta toda la info aquí.





9.11.2013

La Asociación Española de Ciencia Política y de la Administración (AECPA) celebra su XI Congreso entre los días 18-20 de septiembre, como podéis comprobar en el apartado Congresos de la web de MasPolitologia. 

Comprometidos con la difusión del trabajo y la visibilidad de los politólogos, estamos dando difusión del Congreso a través de nuestras redes sociales, pero queremos ir un paso más allá. Como siempre, queremos que sean los propios politólogos, con nombres y apellidos, quienes aporten sus reflexiones, recomendaciones y conclusiones. 

Congreso AECPA Ciencia Politica 2013

Por eso abrimos +Blog a aquellos participantes del XI Congreso de la AECPA

Queremos difundir vuestras reseñas al Congreso, pero también promocionar a aquellos investigadores o profesores que presenten ponencias, a través del apartado +Papers.

Desde el día 21 de septiembre y hasta el 01 de octubre podrán enviarse los artículos sobre el Congreso de la AECPA, con una extensión máxima de 500 palabras a la dirección info@maspolitologia.com.

Aquellos interesados en difundir sus papers presentados en Sevilla, podrán enviar en el mismo plazo de tiempo un e-mail con el nombre y titulación académica, el título del paper, un resumen de 200 palabras y el enlace al documento (ver condiciones de publicación aquí).

Esperamos que el Congreso de Ciencia Política sea todo un éxito, y estaremos encantados de difundir vuestras impresiones y trabajos desde +Politología.



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